Situada en el desierto de Merjabad, la milenaria ciudad de Daarleh es famosa por sus seis murallas concéntricas y por los cinco anillos que se forman entre ellas. Cada uno acoge a un estrato social, repartiendo a la población según su función y permitiendo al Hayiz gobernar sobre todos desde su palacio de marfil en el centro.
Primer anillo
Concentra las granjas y los campos de cultivo de la ciudad, destinados a abastecerla, y lo pueblan esclavos procedentes de todo el continente.
Segundo anillo
En él se sitúan las dieciséis aldeas de Daarleh. Cada una aporta a la ciudad una compañía: aproximadamente 1.000 soldados que solo viven y mueren para servir al Hayiz, proyectando su poder más allá de la muralla exterior.
Tercer anillo
Se trata de un estrecho pasaje ocupado por los mercaderes y sus familias. Allí acuden por cientos los habitantes de Daarleh, siempre dispuestos a invertir su oro y su plata en joyas, alfombras, sedas y otros lujos con los que deslumbrar a sus vecinos.
Cuarto anillo
El más famoso de los anillos de Daarleh es una vasta extensión de terreno adoquinado sobre la que se asientan miles de casas blancas construidas con marfil. Debido a su incomparable belleza y a que en él se concentra la mayor parte de la población, es el responsable de que en otros lugares se conozca a Daarleh como La Ciudad de Marfil.
Quinto anillo
Un paraíso terrenal cubierto por un manto verde, en el que solo el Hayiz, sus herederos, sus siervas y Los Hijos de la Luna tienen derecho a pasear. Entre los centenarios árboles que solo allí crecen, se dice que es posible encontrar animales exóticos traídos de lejanas tierras en los tiempos de la fundación.
La ciudadela
Centro del poder de la ciudad de Daarleh. Una terraza de suelos de mármol en cuyo centro se eleva el mastodóntico palacio en forma de cubo donde habitan el Hayiz y sus cortesanos. Esta soberbia construcción de perfectas aristas y fachadas níveas, concebida por los antiguos, alberga en su interior una ciudad en miniatura repartida en varios niveles de escaleras, fantasmales pasillos y lujosas habitaciones.